Muchos de nosotros hemos pasado nuestras vidas enteras con distintas personas. Hemos besado decenas de labios, hemos tocado decenas de cuerpos, hemos estado en decenas de colchones.
Pero tarde o temprano, la sensación de saciar el placer cada día con alguien nuevo, se esfuma poco a poco, dejando en su lugar una sensación de vacío.
Encontrar una pareja, una persona que te acompañe en las buenas y en las malas, es parte de nuestras vidas. Todos deseamos tener alguien con quién compartir nuestros momentos, con quién festejar nuestros éxitos y con quién llorar nuestros fracasos.
A esta altura parecería que encontrar pareja es un mar de ventajas sin ninguna mínima ni remota posibilidad de desventaja. Y puede que eso sea cierto. Todo depende del momento.
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